Actualidad
Con la incorporación de técnicas genéticas se ha logrado identificar un mayor número de microorganismos que con un cultivo microbiológico habitual no se puede analizar y que conforman el microbioma vaginal. Una potente herramienta para identificar el microbioma son las técnicas de secuenciación masiva. El análisis del microbioma es importante puesto que, entre otras cosas, en el campo de la medicina reproductiva permite detectar si hay algún microorganismo que puede facilitar o dificultar la implantación del embrión.
Uno de los parámetros que permiten medir la eficacia de un tratamiento de reproducción asistida es la morfología del embrión, de ahí que sea muy importante su estudio.
Un estudio desarrollado en el laboratorio de biología molecular y genética de Instituto Bernabeu, IB Biotech, presentado al congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) concluye que en mujeres jóvenes hay un mayor riesgo de que el embrión presente alteraciones en segmentos cromosómicos.
Una investigación desarrollada por Instituto Bernabeu ha concluido que el uso de heparina, un medicamento anticoagulante, mejora el pronóstico de ciclos de fecundación in vitro (FIV) e ICSI (inyección intracitoplasmática) en pacientes con abortos de repetición o fallos de implantación.