El Instituto Bernabeu lidera los avances en el fallo de Implantación y aborto de repetición.
Se requiere una orientación multidisciplinar y especializada para poder diagnosticar y tratar el problema reproductivo que sufren las parejas que, tras varios tratamientos de fecundación in vitro, no consigue el embarazo o que lo pierden en etapas tempranas. Es un desafío que pone a prueba las capacidades diagnósticas y las limitaciones del conocimiento médico.
La Unidad de Fallo de implantación y aborto de repetición del Instituto Bernabeu es referente en este campo, gracias a su apuesta por la investigación de los factores que provocan estos problemas y su tratamiento, con diferentes análisis basados en las variantes genéticas, el útero de la madre y el desarrollo del embrión.
Gracias a su programa de I+D, los avances conseguidos y la tasa de embarazo, este centro se ha convertido en el objetivo de referencia para pacientes de todo el mundo. Los esfuerzos se centran en las particularidades de cada caso y en determinar individualmente, las afecciones que provocan problemas para la gestación.
El estudio endocrinológico, inmunológico, de trombofilias y especialmente los análisis genéticos específicos permiten a los especialistas diseñar el tratamiento más adecuado para los pacientes. Dado que el problema depende de tres protagonistas fundamentales: la mujer, el varón y el embrión se estudiarán independientemente a cada uno con el fin de diagnosticar y tratar con la máxima fiabilidad.
El análisis uterino merece un especial interés, pues es ahí donde el embrión anidará y tendrá que desarrollarse. Es muy importante detectar posibles alteraciones en el útero que causen problemas de implantación o abortos de repetición. Histeroscopias Diagnósticas, el scratching o la biopsia del endometrio y el análisis de contractibilidad uterina previo a la transferencia, son algunas de las herramientas para facilitar la anidación.
Para ayudar al correcto tratamiento, entra en juego también, la unidad de embriología. Los especialistas se encargan de diseñar estrategias que mejoran la evolución del embrión hasta su fase de blastocisto y desarrollan el cultivo más adecuado para ampliar las probabilidades de implantación. Además, el centro alicantino cuenta con laboratorios propios para la aplicación de CCS y otras técnicas de biología molecular y genética, que permiten analizar en su totalidad los cromosomas del embrión, ya que la causa más frecuente del fallo implantatorio, es la anomalía en el número o disposición de estos. Con la selección de embriones cromosómicamente normales, se consigue que la probabilidad de embarazo sea la misma, independientemente de la edad que tenga la mujer.